sábado, 23 de marzo de 2013

ENSAYO: EL DESAFÍO DE LA DOCENCIA UNIVERSITARIA, EN EL SALVADOR


Por: Fabiola Meléndez

El Siglo XXI nos ha sorprendido con sus grandes avances tecnológicos, el desarrollo de sus redes sociales y con el cambio, intrínseco, en sus relaciones interpersonales y en los roles entre maestras, maestros y alumnos. Nuevas maneras de pensar, hacer, aprender, ser y convivir han surgido, nuevos retos se visualizan para los profesionales, especialmente en la Educación Universitaria.

Y es que, en medio del surgimiento de un nuevo modo de producir, que implica, intrínsecamente una nueva forma de comunicar y de aprender, en la denominada “Sociedad de la información”, es válido preguntarse por ¿Cuáles son los retos de la docencia universitaria? ¿Aún es válido su trabajo, con los parámetros del pasado? ¿Qué elementos debería cambiar en su ser y en su hacer para adecuarse exitosamente a esta nueva etapa de la educación?, ya que, algunos puntos incidentes en el cumplimiento de su ROL, actualmente son:

a. Aparición de un entorno educacional difuso y descentrado. La escuela ha dejado de ser el único lugar donde se legitima el saber. Existe todo un entorno de información que profundiza y entremezcla diversos saberes (multidisciplinario) y variadas formar de aprender, en relación al sistema educativo tradicional, que se centraliza en el aula y el libro.

b. Nuevas figuras de razón que interpelan a la tecnología inteligente. El computador no es una simple máquina, sino un nuevo tipo de tecnicidad que posibilita el procesamiento de la información y cuya materia prima son abstracciones y símbolos, creando una nueva aleación entre cerebro e información. Las redes informáticas transforman nuestra relación con el mundo  y nos sitúan en múltiples situaciones de integración y exclusión, de des-territorialización e identidad, donde se entre mezclan las lógicas del hipertexto, sonoridades, relato oral, escritura y lenguaje audiovisual.

c. Transformaciones profundas en los mapas profesionales y laborales que se avecinan, aunque nuestras universidades parecen no darse cuenta, podríamos hablar de  un mapa “moderno” de las profesiones, más ligado cada día a la configuración de nuevos oficios que vienen exigidos por las nuevas formas de producir y gestionar, y por las nuevas destrezas mentales que la revolución tecnológica introduce en la alfabetización al mundo laboral de hoy.

d. El nuevo estatuto del trabajador en la sociedad que rompe con el paradigma “del trabajador de tiempo completo, para toda la vida” y se inclina por la flexibilización de los horarios y tiempos, pero que desplaza la figura hegemónica de la especialización, reinventado la figura de trabajador multifacético, más acorde al mapa de funciones requeridas por los modelos de producción, de gestión y comunicación actuales.

Ante la fuerza de todo este inminente contexto social, se analizan también algunos retos a superar en el desempeño de la docencia universitaria:

A.   Aulas Superpobladas:

La educación mercantilista, en las universidades privadas, así como la sobredemanda, en las universidades nacionales, hacen que los espacios y las aulas de aprendizaje estén cada vez más llenos. Ante este hecho surgen, para el docente ciertas preguntas urgentes de responder: ¿Cómo dominar los grupos? ¿Cómo despertar interés? ¿Cómo llegar a la consecución de sus objetivos pedagógicos?

Sin lugar a dudas, las respuestas serán verdaderas soluciones a estos retos. Algunas competencias, entonces, que el docente necesitaría para el manejo de las aulas superpobladas serían:

* Capacidad de empatía con el grupo.
* Voz fuerte, timbre decidido, kinésica desarrollada, prosémica afinada.
* Organización del aula, preferentemente en grupo cooperativos.
* Asignación previa de trabajos grupales, combinados con plenarias enriquecedoras, entre otras.

B.  Diversidad:

La diversidad en las aulas es lo común, en estos tiempos. Se tiene, por una parte, estudiantes que aprenden solos y rápido, otros que aprenden cuando interactúan con otros; existen los que sólo “haciendo aprenden” y los que necesitan observar.

Así mismo, en cuanto al tratamiento de los contenidos y de las formas de comunicación de los diferentes objetivos curriculares y de la construcción de competencias pertinentes en las carreras profesionales, la diversidad exige al docente convertirse en mediadora o mediador a fin de hacer posible el acto educativo, dentro del horizonte de una educación que piense en un perfil de ser humano participativo, creativo, expresivo, solidario, crítico y relacional; y que parta de las necesidades y capacidades de cada uno.

Entonces, para afrontar el reto de la diversidad, el docente puede  hacerse responsable de una metodología apropiada en el aula, partiendo de las características propias del grupo;  promotor o promotora de las derivaciones de las teorías psicológicas y del aprendizaje que permiten el desarrollo de habilidades y competencias en las y los alumnos; así como,  extraen de ellas y ellos las destrezas intrínsecas, bajo un proceso de autodescubrimiento y socialización.

C.   Currículo desfragmentado:

El currículo desfragmentado es uno de los problemas educativos más significativos dentro de la Educación Superior, en nuestro país, ya que, existe un énfasis, sobre los contenidos, pero no sobre su aplicación; un énfasis sobre las notas, pero no sobre la construcción de nuevas respuestas a los viejos problemas sociales.

Es decir, el currículo desfragmentado, se centra en el  “tratamiento de contenidos”, pero no son los simples conocimientos en sí mismos los que dan sentido a la actividad, sino su integración a procesos de aprendizaje y de realización humana. Esto a partir de la construcción de conocimientos, de la creatividad, investigación e intercambio de experiencias.

En cuanto a la visualización del perfil de ser humano y del perfil de sociedad que se quiere construir, a partir del proceso enseñanza aprendizaje, a través de la claridad de los objetivos educativos y la formación de actitudes, que conducen a nuevas formas de pensar, de ser, aprender, ser y convivir.  

La acción didáctica del docente universitario unificará el currículo y mantendrá el necesario interés y motivación del alumnado, respecto al objeto de estudio; pero, así mismo,  presentará la realidad en toda su complejidad y las dificultades que conllevan  el desenvolvimiento y desarrollo de todas y cada una de sus problemáticas, ya que, lo que realmente interesa es la verdadera utilidad del conocimiento; es decir, que ese aprendizaje pueda servir para resolver conflictos cotidianos, para construir nuevas respuestas en el ámbito laboral, social y familiar; y para  crear, de igual forma, un nuevo conocimiento.

D. Condiciones laborales del docente:

Otro reto importante para el docente universitario es vivir su vocación, con felicidad y paz, a veces en medio de situaciones laborales desfavorables, pero recordando que su labor va más allá del dinero, ya que, es su apuesta por la humanidad, por tanto, algunos de sus roles, en el nuevo paradigma de “Ser enseñando han de ser”:

a.       Agente social para el cambio: Organizado/a en la lucha por unas condiciones más favorables para los docentes, en general.

b.      Facilitador/a didáctico: Renunciando a ser el centro de la enseñanza y convirtiéndose en un potenciador/a para el descubrimiento de las propias habilidades individuales y grupales.

c.       Diseñador/a curricular: Responsable, principalmente, de los siguientes criterios:

i.                     Principio de planificación: Proyección de objetivos y metas, previsión de acciones de aprendizaje, sopesando las oportunidades de lo planificado y el aporte al modelo de ser humano.
ii.                   Principio de publicidad y compromiso: La planificación conduce a la socialización de las acciones de aprendizaje, para iniciar una actitud sistemática de apropiación y compromiso.
iii.                  Principio de corresponsabilidad y viabilidad: Promueve no sólo la apropiación del diseño curricular por la o el docente, sino también por los Centros o departamentos institucionales pertinentes.

d.      Orquestador/a de metodologías diversas: Articulador/a de variados métodos, especialmente, los centrados en la participación activa y democrática del alumnado, aquellos que parten de los propios pre-saberes y que ocupan las habilidades individuales para construir productos grupales, aplicables a la realidad circundante.

e.      Tutor/a y atención personalizada al alumnado: Énfasis del saber del docente en la interacción con grupos pequeños o con los estudiantes individualmente, vivencia de valores tales como: disponibilidad para atender al alumno con cierto grado de anticipación y post-acción, creatividad para ofrecer nuevos espacios de interés y generar retos novedosos, comunicabilidad para la construcción de relaciones orientadoras en la interacción docente – alumnado.

f.        Investigador/a y formador/a de nuevos investigadores: Se trata de convertir la investigación en un “rasgo cultural aceptable”, en un paradigma a través del cual se desarrollen los contenidos de las currículas, en una necesidad personal  y profesional de adquirir el conocimiento, no como una obligación evaluada, más bien como una decisión saboreada, para alimentar el feliz hecho de saber, sin ningún tipo de coerciones.

A MODO DE CONCLUSIÓN:

Las formas de enseñar los contenidos deben trascender la antigua concepción de una “didáctica pura” y ser consecuentes con la importante unidad entre lo instructivo y lo educativo, entre lo afectivo y lo cognitivo.

Así mismo, servirá para  una afinación de este nuevo rol docente- universitario el manejo y conocimiento del “Grupo universitario”, ya que, en él podrían estar presentes diferentes modelos de aprendizaje; por esto es necesario reconocer las necesidades y objetivos comunes que se establecerán en grupo, para construir la posibilidad de que ese encuentro sea la marcha hacia su propio objetivo de aprendizaje. Esto favorecerá el desarrollo de la cooperación mutua a partir de la resolución de conflictos que provocará la confrontación de los distintos supuestos con los que operan diversos miembros del grupo, posibilitando operaciones conjuntas con otros y otras.

El “grupo universitario” puede constituirse como la unidad de producción del aprendizaje, en tanto puede ser el soporte de la cotidianidad estudiantil, desde donde pueden confrontarse los modelos de aprendizaje y el análisis de las condiciones de producción del conocimiento, partiendo de un “rol activo” del alumnado. Así mismo, puede romper con los paradigmas de la educación tradicional: individualismo y competencia y cambiar a unos más edificantes: grupos y cooperación, porque sólo en el “encuentro” con otras y otros es dónde nos conocemos a nosotros mismos.

Por estas razones, experimentar la docencia es un constante desafío para el Docente Universitario salvadoreño, aun así recorrer este camino,  para quienes creemos que “sólo la educación es capaz de transformar el mundo”, es  una apasionante faena.  

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